Veneranda Mendoza.
Toluca, Méx. 14 de febrero de 2014. El próximo 19 de febrero, alrededor de 10 mil perredistas pretenden darse cita en las inmediaciones de Las Torres Bicentenario para protestar pacíficamente en contra de la visita del presidente estadounidense Barack Obama que coincide con la apertura de Pemex a la iniciativa privada extranjera.
Juan Hugo de la Rosa, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), adelantó que el próximo lunes se darán los detalles de la movilización, en conferencia de prensa conjunta con los miembros del Frente Amplio Social Mexiquense (FASM), y ese mismo día a las 17 horas se realizará un Foro en Toluca en el que especialistas analizarán los efectos y repercusiones del Tratado de Libre Comercio (TLC) en nuestro país.
Este día, el sol azteca hará llegar una carta abierta a las embajadas de Estados Unidos y Canadá para reunirse con los líderes de ambas naciones en la víspera de la Cumbre y hacerles saber que la reforma energética no es infalible, pues hay millones de mexicanos que desean que se escuche su voz mediante la consulta popular.
“Hay un movimiento social nacional que estamos pidiendo que se nos consulte sobre la venta del petróleo, no vamos a intentar entrar al primer cuadro de la ciudad, todas nuestras acciones serán pacíficas, y desde este fin de semana se realizará una campaña de difusión para promover dichas acciones”, expuso.
De la Rosa García llamó al Gobierno del Estado a garantizar el derecho a manifestarse pacíficamente y permitir que la que gente que así lo decida pueda llegar a la capital mexiquense a pronunciarse.
“Sabemos que en el Gobierno del Estado son especialistas en bloquear la manifestación ciudadana, esperamos no encontrar limitaciones a nuestro derecho a manifestarnos”, dijo.
El perredista insistió que el TLCAN es un acuerdo que fue diseñado por y para las compañías transnacionales y los inversionistas.
“Ha sido todo un éxito para las grandes empresas y la gente rica. Sus consecuencias negativas han sido particularmente severas para el pueblo y el campo mexicano, pero también han perjudicado a trabajadores y el medioambiente en los otros dos países; ha restado soberanía a los gobiernos democráticos; ha contribuido a la destrucción ambiental; ha aumentado la migración de mexicanos hacia las ciudades y hacia el Norte; y ha incrementado la dependencia alimentaria”, aseguró.
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