Redacción.
31 de Marzo de 2014. El
número de ataques cardiacos aumentó 25 por ciento en Estados Unidos el lunes
siguiente al cambio al horario de verano, en comparación con otros lunes del
año, según un estudio.
Este fenómeno persiste incluso después de tomar en cuenta los factores estacionales, precisaron los investigadores que presentaron el trabajo publicado en la revista Open Heart, del American College of Cardiology, en Washington.
Por el contrario, el riesgo de ataque al corazón se redujo 21 por ciento a finales de año, el martes después de regresar al horario de invierno, cuando las personas tuvieron una hora más de sueño.
Un hecho interesante es que el número total de ataques cardiacos no varía en la semana después de cambiar al horario de verano, señala Amneet Sandhu, cardiólogo de la Universidad de Colorado en Denver y autor principal del estudio.
Esto podría significar que las personas con tendencia a padecer enfermedades cardiacas tienen un mayor riesgo después de un cambio brusco de horario, reconoce el cardiólogo, que señaló que históricamente los ataques cardiacos se producen las mañanas del lunes.
El investigador explicó que observó los otros días lunes para ver si durante el siguiente al cambio de hora en primavera hubo otros factores o eventos relevantes que pudieran explicar este fenómeno.
Sandhu examinó cerca de 42 mil ingresos hospitalarios en Michigan y descubrió que una media de 32 pacientes tuvieron un infarto un lunes cualquiera; sin embargo, la cifra de personas que padecieron un ataque al corazón el lunes posterior a adelantar una hora el reloj era de ocho ingresados más.
Este fenómeno persiste incluso después de tomar en cuenta los factores estacionales, precisaron los investigadores que presentaron el trabajo publicado en la revista Open Heart, del American College of Cardiology, en Washington.
Por el contrario, el riesgo de ataque al corazón se redujo 21 por ciento a finales de año, el martes después de regresar al horario de invierno, cuando las personas tuvieron una hora más de sueño.
Un hecho interesante es que el número total de ataques cardiacos no varía en la semana después de cambiar al horario de verano, señala Amneet Sandhu, cardiólogo de la Universidad de Colorado en Denver y autor principal del estudio.
Esto podría significar que las personas con tendencia a padecer enfermedades cardiacas tienen un mayor riesgo después de un cambio brusco de horario, reconoce el cardiólogo, que señaló que históricamente los ataques cardiacos se producen las mañanas del lunes.
El investigador explicó que observó los otros días lunes para ver si durante el siguiente al cambio de hora en primavera hubo otros factores o eventos relevantes que pudieran explicar este fenómeno.
Sandhu examinó cerca de 42 mil ingresos hospitalarios en Michigan y descubrió que una media de 32 pacientes tuvieron un infarto un lunes cualquiera; sin embargo, la cifra de personas que padecieron un ataque al corazón el lunes posterior a adelantar una hora el reloj era de ocho ingresados más.
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